El origen de la planta del pimiento es americano y su difusión en Europa recién se produjo durante el siglo XVI, tras el viaje de Cristóbal Colón. Aunque el nombre puede parecer parecido al de los chiles, en realidad los pimientos no tienen un picante tan marcado como los primeros. En particular, pues, la variedad de pimiento amarillo se diferencia de las demás por tener un mayor contenido en agua y, sobre todo, por ser más suave al tacto, prestándose así a preparaciones en las que la cocción no tiene que ser demasiado prolongada.
Uso en cocina
La cocina ofrece muchas posibilidades a una verdura como el pimiento: de hecho, se pueden consumir en ensaladas, a la parrilla, al horno e incluso convertirse en ingredientes de primeros platos a base de pasta.
Conservación
No hace falta pensar sólo en congelar los pimientos: también se pueden poner brevemente en el cajón de las verduras o, alternativamente, incluso en aceite.
Curiosidad
Aunque las naranjas gozan de fama de ser ricas en vitamina C, en realidad contienen un tercio de la presente en los pimientos.