Tarta de manzana

La merienda de media mañana o el té de la tarde es uno de esos momentos del día que resulta especialmente agradable, sobre todo para los niños hambrientos. Cómo hacer algo que sea realmente delicioso y atractivo para los jóvenes, y al mismo tiempo algo saludable y casero, es uno de los desafíos más apremiantes para aquellos que quieren obsequiar a sus jóvenes con un refrigerio especial. Por eso, hoy hemos desempolvado una de esas recetas que nunca deja de gustar, la tarta de manzana, un clásico que llega desde América, o más precisamente desde Nueva Inglaterra. No hay más remedio, pues, que hacerse con unas manzanas de primera calidad y un poco de canela, y el resto lo haréis con las manos. Admítelo, solo la idea de ese aroma flotando en tu casa, tan fragante de Navidad, ¡no puedes esperar para hacer tu pastel!

Preparar una masa quebrada, trabajando la harina con la mantequilla y el agua helada, y añadiendo una pizca de sal. Dale forma de bola, envuélvela en film transparente y déjala reposar durante media hora. Mientras tanto, corta las manzanas en rodajas, rocíalas con jugo de limón y agrega la ralladura de limón, la canela y el azúcar. Extienda la masa en dos círculos, rellene uno con las manzanas y, con las puntas de un tenedor, selle bien con el otro círculo de masa. Si te sobra masa, haz algunos adornos para la parte superior de la tarta. Pincelar con leche o yema de huevo para conseguir un bonito color dorado tras la cocción. Hornear a 200°C durante 20 minutos y luego a 180°C durante otros 40 minutos.