Uno de los condimentos franceses más apreciados y sabrosos es sin duda la mayonesa, esa crema de color blanco o amarillo pajizo que se prepara a partir de una receta sencilla pero muy eficaz y apreciada, donde los huevos -de los que se separan las claras y las yemas- se combinan con aceite y, por tanto, también con pizcas de pimienta y sal, a lo que se le añade una cucharada de vinagre o, según el caso, incluso zumo de limón para coronar esta delicia. Cuando se prepara en casa hay que tener cuidado de que no se formen grumos, ya que en ese caso la mayonesa se volvería loca. Como condimento, este último encuentra su lugar en sándwiches, focaccias, platos principales de carne y guarniciones.
Uso en cocina
En la cocina hay mucho espacio para un condimento sabroso como la mayonesa: esta última, de hecho, se utiliza para enriquecer el sabor de los aperitivos, primeros y segundos platos, especialmente los de carne, así como para deliciosas guarniciones. como papas fritas.
Conservación
La mayonesa se debe conservar en un frasco bien cerrado, colocado en el frigorífico, durante un periodo de unas dos semanas.
Curiosidad
La mayonesa no es sólo un condimento famoso y apreciado en todo el mundo: en realidad, también es la base de la salsa rosa y del ajolí.