La coliflor es una verdura originaria de tierras de Asia Menor y, según varios historiadores, fue traída a nuestro país gracias al comercio de Venecia con Oriente, y en concreto, según algunos estudios arqueológicos parecería que esta verdura ya se había extendido. a Egipto unos cuatro siglos antes de Cristo. Existen diferentes variedades de coliflor, entre las que las más famosas son la romana, la macerata, la jesi, la toscana y una larga serie de variedades muy tempranas, tempranas, invernales y tardías. La coliflor tiene un papel muy importante en la cocina gracias a sus conocidas propiedades antitumorales, sobre todo por la alta concentración de menoterpenos.
Uso en cocina
Entre las diversas preparaciones de la coliflor en la cocina, se encuentran aquellas que implican su consumo en frío, como en ensaladas, pues de hecho, cocida puede ser un delicioso ingrediente para preparar primeros platos de pasta, o incluso tartas saladas.
Conservación
Puedes conservar la coliflor de diferentes formas: si está cruda, durante una semana en el frigorífico, si está cocida, durante un par de días en un recipiente bien cerrado o, alternativamente, puedes congelarla durante meses.
Curiosidad
La coliflor es particularmente rica en vitaminas A y C, y es particularmente ideal para alimentar a las personas anémicas.