No importa cuáles sean tus platos favoritos: seguro que ya habrás probado las avellanas de alguna manera, en forma de crema para untar en el desayuno - como ocurre por ejemplo con Nutella - como, de hecho, a través de tartas, galletas, aperitivos. o incluso primeros platos. Las avellanas son frutas muy saludables, ricas en fibra y minerales, además de vitamina B6, que generalmente maduran entre mediados de agosto y mediados de septiembre, aunque están disponibles todo el año. Si tienes la suerte de poder cosecharlas en el jardín, podrás guardarlas fácilmente durante un año en el frigorífico: las encontrarás en perfecto estado, listas para disfrutar.
Uso en cocina
Son muchos los usos de las avellanas dentro de la tradición gastronómica italiana: se pueden consumir simplemente como fruta, o bien, para preparar ensaladas, postres y también, como guarnición, para primeros platos a base de pescado, donde se utilizan principalmente picadas.
Conservación
Las avellanas deben almacenarse en un lugar seco y oscuro y, alternativamente, pueden tostarse o congelarse por un período de varios meses.
Curiosidad
Según la tradición rural de antaño, una avellana rica en frutos era un augurio de gran fertilidad en el hogar.