El origen de las galletas hay que buscarlo muy atrás en el tiempo, teniendo en cuenta que el origen mismo del nombre se puede atribuir al latín, y más concretamente a la expresión panis biscotus, cuyo significado es claro: pan horneado dos veces. Aunque hoy en día la mayoría de galletas que se encuentran en el mercado están elaboradas con mucha azúcar, originalmente se preparaban mayoritariamente con miel, la más sana y nutritiva. Las galletas se suelen preparar a partir de ingredientes como huevos y harina, a los que también se les añade mantequilla, cacao o muchos otros.
Uso en cocina
Las galletas se utilizan tanto como snack para tomar sin nada más, por ejemplo como merienda o en el desayuno, como también se pueden consumir para acompañar un café o, finalmente, para realizar determinadas preparaciones de postres y tartas más complejas. .
Conservación
Las galletas se pueden conservar en un lugar fresco, seco y protegido de la luz durante mucho tiempo: es muy importante, sin embargo, que el envase permanezca bien cerrado.
Curiosidad
Desde la antigüedad existe la tradición de preparar galletas con miel, que se cocinaba dos veces para permitir una mayor conservación.