Para preparar un buen caldo de carne, por lo general, se suele utilizar carne, ya sea de ternera o pollo, añadiendo luego verduras como cebolla, apio y zanahoria, que contribuyen a hacerlo aún más sabroso y genuino. este producto. En principio, pues, el caldo de carne se puede utilizar tanto para preparar primeros platos a base de pasta rellena, como sabrosos platos de carne guisados, propios de la tradición gastronómica invernal de las estaciones de montaña.
Uso en cocina
Entre los múltiples usos, el caldo de carne puede utilizarse para enriquecer risottos, así como para la preparación de pastas rellenas y, finalmente, para determinadas carnes guisadas.
Conservación
El caldo de carne se puede conservar durante un par de días en el frigorífico o, alternativamente, también se puede congelar para un periodo de conservación más largo.
Curiosidad
La famosa gelatina superficial que se crea en los caldos se debe al enfriamiento del colágeno, que se consolida por debajo de un umbral de calor.