El tomate llegó a Europa solo después del descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492. Al principio, se cultivaba solo como planta ornamental. Solo más tarde se descubrió que sus frutos eran excelentes para comer. A partir de ese momento, la cocina italiana experimentó una revolución, encontrando su apogeo, tiempo después, en la invención de la pizza margherita.