Los rösti se prestan al uso de múltiples ingredientes (hierbas, queso, carnes, verduras), pero también se pueden preparar de forma sencilla. Se les puede dar forma con la sartén en la que se fríen o con una cuchara se pueden hacer bolitas aplanadas.

Este plato es una especialidad de la cocina suiza: originalmente lo elaboraban los agricultores del cantón de Berna para el desayuno; ahora se suele servir como guarnición de un plato principal. Este plato ha dado su nombre a Röstigraben, un término utilizado para distinguir a los habitantes de la Suiza francófona de los de habla alemana.