Puedes hacer una charlotte con muchos tipos diferentes de frutas, por ejemplo, manzanas, fresas y peras, pero también con mermelada o crema de chocolate, según tu gusto. El postre se mantendrá, bajo una campana de cristal o en un molde para tarta, durante un par de días como máximo.

Este postre se remonta a la década de 1700 y su nombre deriva de la reina Carlota, esposa de Jorge III: parece probable que la charlota de manzana se preparara por primera vez en honor del soberano. La forma de la charlotte también recuerda el nombre dado a los tocados ondulados que usaban los nobles franceses.