Entre los edulcorantes menos ricos en calorías, perfectos para preparar un gran número de postres, se encuentra sin duda el jarabe de arce: esta especialidad canadiense, cuyos orígenes se remontan a los usos típicos de la tribu india iroquesa, antiguamente se preparaba en el forma de cristales de azúcar, cuyo objetivo era esencialmente sustituir el azúcar de caña. El jarabe de arce también es muy conocido por sus notables virtudes para la salud humana, partiendo de sus propiedades antioxidantes, así como por su alto contenido en potasio, hierro, vitaminas y ácido málico.
Uso en cocina
Sin duda, la forma más extendida y habitual de utilizar el jarabe de arce es utilizarlo como edulcorante en sustitución del azúcar en un gran número de recetas.
Conservación
La mejor manera de almacenar jarabe de arce es guardarlo en un gabinete fresco, oscuro y seco.
Curiosidad
Una de las características más interesantes del jarabe de arce, un edulcorante fino, es su alto contenido en sustancias antioxidantes.