Añade, si lo deseas, unas nueces troceadas y un chorrito de aceite. Si lo prefieres, añade un poco de mayonesa de mostaza con un poco de aceite de trufa, le dará un toque muy distintivo a tu panecillo. Si no te gustan los bocadillos calientes puedes comerlo frío, tal y como está antes de meterlo en el horno. Eso sí, ten en cuenta que el calor tiende a ablandar el queso y potenciar los sabores, por lo que este bocadillo queda mucho mejor calentado.