La fama de la achicoria se remonta a las civilizaciones griega y latina, donde se utilizaba para tratar algunas dolencias de salud, entre ellas el insomnio, además de usarse para preparar café. En el Véneto, la achicoria representa un producto verdaderamente típico, que sólo se convirtió en un recurso económico a partir del siglo XV, ya que anteriormente sólo crecía de forma espontánea, especialmente fuera del territorio adyacente a la ciudad de Treviso.
Uso en cocina
La achicoria, en la cocina, se utiliza tanto cocida como cruda, utilizándose también quesos u otros ingredientes para crear primeros o segundos platos.
Conservación
Para conservar la achicoria de la mejor forma posible, hay que tener cuidado de no lavarla de ningún modo, colocándola en el frigorífico, donde aguanta cinco días.
Curiosidad
Según la tradición, la achicoria fue "inventada" por el botánico Francesco Van Den Borre, que blanqueó la achicoria.