El kiwi es una fruta conocida sobre todo en su variedad de pulpa verde: en realidad, sin embargo, en los últimos tiempos también se han generalizado los kiwis amarillos, ciertamente más raros pero igualmente dignos de mención. Aunque mucha gente piensa que los cítricos coinciden con la fruta ideal en cuanto a aporte de vitamina C, en realidad el kiwi es aún más rico en esta última, en una proporción que casi se duplica. Los kiwis también son ricos en elementos como el potasio, el magnesio, el fósforo y, por último, el hierro: del mismo también se puede obtener un precioso zumo, cuyo sabor es particularmente dulce.
Uso en cocina
El kiwi se puede utilizar tanto para preparar sabrosos postres, como macedonias de frutas, como para calmar la sed y sorbetes digestivos, así como para hacer platos de carne y pescado aún más sabrosos.
Conservación
Dependiendo del grado de madurez, los kiwis se pueden conservar en el frigorífico durante aproximadamente una semana (cuando estén completamente maduros) o a temperatura ambiente, cuando aún no están maduros.
Curiosidad
Entre las distintas variedades de kiwi, una introducida en los últimos años destaca por su pulpa amarilla.