Para comprender la importancia de la harina de castaña en la historia de muchas regiones montañosas y alpinas italianas, debemos comprender cómo en muchas de estas zonas era muy difícil -si no imposible- cultivar trigo: en estas zonas de nuestro país, por tanto, la castaña La harina de castañas se ha convertido en un recurso imprescindible para preparar numerosas especialidades, desde la inevitable polenta, pasando por la pasta, el pan y los postres. La harina de castaña se obtenía mediante un complejo proceso, cuya primera fase consistía en el secado de las castañas, mediante la cocción: generalmente pasaba alrededor de un mes para concluir esta fase: luego, se procedía a molerlas, mediante un sistema de dos piedras.