La lavanda es muy buscada por sus flores de característico color púrpura y aroma agradable e intenso: forma parte de la familia Lamiacaee y, en realidad, existen cuarenta variedades diferentes de lavanda. Originaria de la cuenca mediterránea, y especialmente extendida y cultivada en Francia, la lavanda ha conquistado el mundo entero con su aroma y sus virtudes, incluidas las de carácter vasodilatador, bactericida y antiséptico. La lavanda también tiene un papel que no debe subestimarse en el ámbito cosmético, donde se utiliza para preparar muchos perfumes o, de nuevo, donde tiene un papel muy importante para preservar la salud del cabello.
Uso en cocina
La lavanda, además de perfumar agradablemente jardines y balcones, se puede utilizar en la cocina para preparar aceites y postres de todo tipo, como helados y tartas.
Conservación
Después de ser recolectada, la lavanda se seca en un lugar oscuro y fresco, volteando las ramas, después de lo cual se deben colocar las flores en un frasco herméticamente cerrado.
Curiosidad
La lavanda se caracteriza por su color violeta, tan delicado y agradable, que la convierte en un emblema de reflexión y silencio.