Cassata siciliana

Bizcocho, azúcar, ricotta, vainilla y muchos más ingredientes deliciosos son el secreto de un postre clásico único de Sicilia. La belleza de este postre, colorido y alegre, es una forma de celebrar la Pascua y el final de la Cuaresma de una forma espectacular.

Bate bien los huevos y el azúcar en un tazón grande, hasta que se forme espuma. Añadir unas gotas de extracto de vainilla. Tamizar la harina e incorporarla a la mezcla de huevos. Dividir la mezcla y verterla en dos bandejas de horno (20x35cm) previamente engrasadas. Hornear a 180°C durante 25/30 minutos. Una vez horneados, déjalos enfriar, luego córtalos por la mitad. Forrar un molde para pasteles de 26 cm con celofán. Cortar el bizcocho en dos capas. Pon uno de ellos en el fondo de la sartén. Rellena los huecos con trocitos de bizcocho. En un tazón grande, tamice el queso ricotta, combine el azúcar glas y el extracto de vainilla y mezcle suavemente. Añadir la fruta confitada y verter la mezcla sobre la base. Extender bien con el dorso de una cuchara. Cerrar con el otro aro de bizcocho presionando suavemente. Trabajar la pasta de almendras con unas gotas de colorante alimentario, añadiendo azúcar glas si es necesario. Estirar la pasta de almendras. Decora los bordes de tu cassata con tiras de pasta de almendras. Decora la parte superior con pasta de almendras. Complete con un poco de crema batida y un poco de fruta confitada. Sirve la cassata.